Este artículo está escrito por mi colaboradora Mónica del Abadía del Abalorio
Ya no nos queda nada para pasar días enteros pensando en regalos para otros, preparativos para cenas y comidas familiares, fiestas a las que nos apetece ir, otras a las que no...
Ya no nos queda nada para pasar días enteros pensando en regalos para otros, preparativos para cenas y comidas familiares, fiestas a las que nos apetece ir, otras a las que no...
Fin de año es una
época bonita para algunos y amarga para otros. Lo que se espera de nosotros es
que nos metamos en la vorágine de consumismo navideño, decoración, regalos,
fiestas. Para otros es época de visitas familiares, de ver a gente que no
verías en otras circunstancias. Pero igual que muchos estamos deseando que
llegue esta época para liberarnos un poco de la rutina, buscar cualquier excusa
para comer dulces a todas horas o simplemente dar más y más paseos con la
familia viendo lucecitas por la calle, debemos tener en cuenta que mucha gente
la ve como la más penosa del año. Bien porque con tanto recogimiento familiar
se acuerdan de un ser querido que ya no puede estar con ellos físicamente o
porque no soportan tanta hipocresía de felicidad temporal, de derroche en años
difíciles, de poca solidaridad a veces.
Pienso que estamos
en todo nuestro derecho a estar deprimidos ¿Por qué no? ¿Es que estamos
obligados a sentirnos felices porque nos lo han dado por escrito? No voy a
entrar en lo que significa la Navidad para las distintas religiones que pueda
haber. Hace mucho tiempo que dejé de creer en seres divinos y todopoderosos. En
realidad no se si alguna vez he creído en ello, más bien tenía la esperanza de
que la vida me demostrara que existe algo con bondad pura y eterna y como no ha
sido así, supongo que me he cansado de esperar. Pero sí me considero una
persona bastante espiritual. Creo en energías positivas y negativas, y creo en
el poder de estas energías para guiarnos en nuestro camino. Mi profesora de
oposiciones nos decía siempre que antes de entrar a un examen nos alejáramos de
los que ella llamaba “chupópteros”. Gente con energía negativa, personas que
antes de entrar a una prueba están agobiadísimos porque no se lo saben y lo
proclaman a los 4 vientos para contagiarte de su inseguridad y arruinarte a ti
tu examen que llevabas tan bien preparado, porque el pesimismo es de muy fácil
contagio. Hay ciertos momentos en la vida que no nos viene bien o no nos
podemos permitir deprimirnos. Pero hay otros momentos que a lo mejor hasta nos
puede sentar bien, nos puede aportar algo, puede ser un punto de inflexión en
nuestra vida que nos avisa de un cambio.
Como dice Giovanni
Jervis “Todos intentamos en nuestras
vidas bandearnos con la depresión propia. Esto es, con la tristeza, la desgana,
la falta de motivación, la infelicidad, la ausencia de perspectivas claras.”
Pero es que sin esos sentimientos no tendríamos nada por lo que luchar. Porque
para poder disfrutar y saber qué es el amor más puro y verdadero has tenido que
conocer el desamor en una u otra medida ¿no crees?
Me gusta cómo lo
explica Ximo Tárrega en uno de sus ensayos “Nadie
necesita deprimirse. Pero tal vez ha tenido que deprimirse para dar a conocer
lo que necesita. Aquello que no tiene o cree no tener, aquello que ha perdido o
le falta en su vida”
Cierto que este
sentimiento tiene peligro de atraparnos y no dejarnos salir de esa oscuridad.
Pero para eso somos seres vivos con capacidad de razonar, de superarnos. Creo que
debemos pensar: éste es mi momento de no ser del todo feliz, estoy en mi
derecho de quejarme porque las cosas no están saliendo como yo esperaba, porque
la vida no me ha dado todo lo que debería haberme dado hasta este momento. Pero
estas quejas tienen que tener un tiempo de vida limitado. El tiempo lo pones
tú, pero a lo mejor esa mañana que al levantarte y mirarte al espejo ves que la
tristeza se está marcando profundamente en tu cara.... puede que sea el momento
de plantarte.
No te voy a pedir que hagas propósitos
para el año que va a entrar porque eso sí que es un topicazo que rara vez
funciona, y lo único que conseguimos es acordarnos de lo que nos propusimos el
año pasado y no hemos conseguido, lo que resiente aún más nuestro estado de
ánimo.
Tampoco te voy a
pedir que superes ciertas experiencias de tu vida o las pérdidas de seres
queridos que no se pueden superar, pero sí que nos podemos hacer fuertes para
vivir con ellas.
Un proverbio budista
nos dice “En verano hace calor y en
invierno frío”. Y Rafael Santandreu nos lo explica en su libro El arte de
no amargarse la vida” “Hay hechos
controlables, pero también muchas eventualidades que simplemente suceden”
Renueva, deja
marchar momentos del pasado, sin olvidar, pero permitiendo avanzar. Porque ésta
es la única vida que vas a poder vivir. No hay más, no nos han demostrado
todavía la reencarnación, así que o vives ahora, o nunca, y el día de hoy no lo
vas a poder repetir jamás. Tú decides si lo quieres vivir metido en tu
caparazón de lamentos, o que la tristeza sea una compañera en tu bolsillo a la
que vas a enseñar todos los días a sonreír a la vida.
Puedes probar a
buscar un nuevo rumbo, si el que te habías propuesto hasta ahora no te llena.
¿Cómo puedes encontrar un nuevo rumbo? Haz retrospectiva mental y recuerda las
cosas que te han ido interesando a lo largo de tu vida, probablemente algunas
no te resulten viables, o han dejado de interesarte o motivarte, pero habrá
alguna, si trabajas bien tu repaso mental, que siga pareciendo una buena opción
de vida. Céntrate de nuevo en ella. Pero esto después de tus días, semanas o
meses de bajón. Recuerda que tienes derecho a sentirte mal, que hay épocas en
las que no conviene apelar a la valentía ni al coraje porque no es el momento,
no podemos, no tenemos las fuerzas necesarias ni encontramos de dónde sacarlas.
Sé paciente, deja que cuerpo y mente se recarguen de energía y entonces sí:
adelante con la vida.
Igual que te
recomiendo que te alejes de los chupópteros, te animo a que te acerques a los
rayos de sol. Para mí los rayos de sol son esas personas que solo con mirarlas
te llenan de paz. Irradian energía positiva y también es contagiosa. Rodéate de
gente cuyo balance de energía sea positivo, porque será mucho más fácil para ti
disfrutar de los pequeños momentos de felicidad que te ofrece el día.
Por último es
importante aclarar que no quería hablar en este artículo de la depresión como
enfermedad que debe ser tratada por especialistas y que ante ella nuestra
voluntad es prácticamente nula. Siempre me refiero a la depresión sobrevenida
por tristes experiencias o porque a veces la vida nos supera, nos exigimos
demasiado, y no nos permitimos momentos de debilidad que pueden ser igual de
productivos.
“La vida no te quita cosas, te libera de
cosas. Te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De
la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son
lecciones. No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó,
porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu
corazón” yogakai.com – Facundo Cabral
No te deseo felices
fiestas, te deseo felices momentos de paz interior.
ABADÍA DEL ABALORIO
Mónica es una emprendedora entusiasta que ama los pequeños detalles y crea en función a ellos, cuidando al máximo cada uno de sus productos que realiza de forma artesanal. Su creatividad les confiere un toque diferente al resto, jugando con la armonía de los colores para que según nos sintamos, utilicemos uno u otro.
Ella escribe para la revista artículos relacionados con el bienestar y la salud y la puedes encontrar en la sección ESTILO DE VIDA, nos sorprendió desde el primer momento cuando empezó a hablarnos sobre la técnica Moa, y sus ventajas. Su caracter afable y generoso se transmite en sus artículos enseñandonos cómo gestionar nuestras emociones, cosa que a todos nos vienen genial para hacer más llevaderos nuestros estresantes días.
ABADÍA DEL ABALORIO
Complementos elaborados con alambre
https://www.facebook.com/pages/Abadia-Del-Abalorio/214392035351320
https://www.facebook.com/pages/Abadia-Del-Abalorio/214392035351320
Mónica es una emprendedora entusiasta que ama los pequeños detalles y crea en función a ellos, cuidando al máximo cada uno de sus productos que realiza de forma artesanal. Su creatividad les confiere un toque diferente al resto, jugando con la armonía de los colores para que según nos sintamos, utilicemos uno u otro.
Ella escribe para la revista artículos relacionados con el bienestar y la salud y la puedes encontrar en la sección ESTILO DE VIDA, nos sorprendió desde el primer momento cuando empezó a hablarnos sobre la técnica Moa, y sus ventajas. Su caracter afable y generoso se transmite en sus artículos enseñandonos cómo gestionar nuestras emociones, cosa que a todos nos vienen genial para hacer más llevaderos nuestros estresantes días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡¡¡Gracias por participar con tu comentario!!